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LA ACUARELA QUE NO TERMINO, LA PIEDRA QUE ME FALTA

Publicado: 2011-06-06

He intentado pintar estos últimos días una acuarela, pero no estoy conforme con el avance, quizá sea hora de ponerme a trabajar un poco en mis pensamientos sobre la supervivencia del arte después de la crisis del agua y alimentos que se avecina.

Nadie me va a comprar un solo cuadro cuando la prioridad sea el alimento, agua y salud; me preguntaba entonces ¿Qué papel cumplirá el arte en aquel momento? Estoy preparando un material donde menciono algunos puntos:

Después de una eventual guerra la economía mundial se vendrá al suelo junto con la industria, agricultura y educación.

Los mercados liberales pasarán a manos de un mercado negro y contrabando a escala mundial, siendo la mercadería de baja calidad y no importará su procedencia, y el agua será un bien muy apreciado teniendo los gobiernos que custodiar las fuentes naturales de dicho elemento.

La industria desaparecerá dando pie a la aparición de talleres artesanales y en algunos casos clandestinos; solo se elaboraran enseres caseros. Los  gobiernos no podrán invertir en reflotar las empresas por ser estar privadas y de una prioridad secundaria. Los gobiernos estarán más preocupados en la salud de su población hasta que entren en quiebra al lado de las grandes financieras, las reservas se invertirán en resguardar los pocos recursos. La falta de salubridad aumentará, infecciones y enfermedades terminarán por desgarrar el orgullo de muchas potencias. El mercado laboral terminará en conflictos internos desestabilizando la economía nacional y familiar. La ropa que se lleve puesta será uno de los pocos bienes personales, las migraciones intercontinentales será la esperanza para supervivir a los cambios climáticos y geológicos, el hombre recorrerá toda su vida como nómade. El dinero no servirá.

La educación estará a cargo de los padres pero estos estarán más preocupados por conseguir algún alimento de manera formal, lícita o ilegalmente incluso se cuestionará el origen ético y moral de los alimentos por la carencia de centros de abasto. Los padres no serán el mejor ejemplo para sus hijos y estos últimos no sólo caerán en este círculo sino que descenderán en una espiral que los conducirán al barbarismo y degradación total, la lengua formal se perderá progresivamente al no haber escuelas. Todo el conocimiento se desvanecerá ya que las fuentes de información radican en archivos digitales que se deteriorarán con los años y la falta de mantenimiento. La energía eléctrica será una historia, un cuento ameno que los padres transmitirán a los hijos si es que llegan a verlos crecer. La escritura se irá perdiendo conforme se agoten el papel o lápices; he aquí que conviene buscar una nueva forma de almacenamiento del conocimiento que perdure en el tiempo y no se extinga por la fragilidad de la tecnología actual.

La agricultura quedará relegada a algunos centros experimentales donde se insistirá en los cambios genéticos como una alternativa, pero cuando estos ya no puedan ser financiados las semillas tratadas sucumbirán en su hibridez, las semillas naturales serán débiles para enfrentar a los climas extremos secándose por el frio o el calor sin contar con la radiación que hará estériles a las semillas o mutará en plantas que envenenen al hombre. La ganadería será una solución momentánea donde la gente se volcará desesperada pero si los animales no tienen alimentos pronto escasearán hasta exterminarlos; el hombre recurrirá esta vez a la antropofagia. Otra solución son las ratas, insectos, pero todo tipo de alimentos que el hombre se lleve a la boca estará contaminado.

Las enfermedades, los cambios genéticos en el hombre, la contaminación y la muerte de grandes poblaciones harán que el hombre se aísle en comunidades recolectoras y nómades a la vez que la siguiente generación irá perdiendo el lenguaje. Sin abrigo la vellosidad se incrementará, cazarán y comerán animales y peces contaminados radioactivamente lo que conllevará a nuevas mutaciones infrahumanas acercándolo cada vez más a la vida animal resguardándose en cuevas y bosques.

Las pocas ciudades que queden solo serán escombros y ruinas pues la mayoría de ellas habrán quedando hundidas en el mar, nuevas islas y continentes emergerán que serán el hogar de esta nueva raza homínida degenerada por sus propios méritos de egoísmo autosuficiente. Para cuando la Tierra se haya acomodado no quedará rastro del hombre, solo quedará algunos primates que jamás recordarán sus orígenes.

Para que perdure el conocimiento del hombre conviene trasladar este conocimiento a un registro que perdure en al tiempo y al clima: la piedra.

Algo tan sencillo como esto, la piedra fue el elemento perenne donde trabajaron los egipcios, mayas, hindúes, etc. escritura en piedra que se encuentra diseminada por todo el mundo, incluso la arqueología actualmente sigue encontrando ciudades de piedra enterradas en desiertos y bajo el agua de lagos y mares. Solo este elemento (la piedra) es capaz de sobrevivir por miles de años.

Creo de urgente necesidad enseñar a trabajar la piedra en talleres libres, ya sea que esté a cargo del estado o de alguna ONG, u otra organización civil. Claro está que no serán escultores, solo es una medida de emergencia contra la frágil preservación de nuestro conocimiento en historia, ciencia, filosofía, arte, religión, etc.

El hombre se ha empeñado tercamente en alimentar su vanidad pretendiendo asaltar el cielo sin ver por dónde camina, aplastando a su paso el alimento de su pueblo, la moral de sus investigaciones científicas, la ética de sus gobernantes, la fe de sus poblaciones, la cultura que reclama, la flora y fauna que agoniza, un Dios que no olvida.

Al final me animo a seguir pintando dejando este teclado y tomando el pincel cargado de agua y color, de agua y color, de agua…


Escrito por

reinaldo de la cruz

Nació en 1972, de niño trabajaba jugando y los ratos de ocio iba al colegio, hoy sigue jugando y es docente solo porque se tituló.


Publicado en

PRINCIPIO DEL ARTE

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